El paisaje del parque es un testimonio del arte de la naturaleza. Picos imponentes como el monte Nantai y el monte Nikko-Shirane proporcionan un telón de fondo espectacular para los frondosos bosques y las tranquilas masas de agua. El lago Chuzenji, formado a partir de una erupción volcánica hace más de 20.000 años, es una joya en el corazón del parque, perfecta para paseos en bote y paseos tranquilos a lo largo de sus orillas. Las icónicas cataratas Kegon, una de las más famosas de Japón, caen 97 metros en las profundidades, ofreciendo vistas impresionantes y una niebla refrescante en los cálidos días de verano.
El parque no es solo una maravilla natural sino también un tesoro cultural. Alberga el sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO conocido como los "Santuarios y Templos de Nikko", que incluye el famoso Santuario Toshogu. Este ornamentado santuario es el lugar de descanso final de Tokugawa Ieyasu, el fundador del shogunato Tokugawa, y es famoso por sus lujosas decoraciones, incluidas las famosas tallas de monos "no ver el mal, no hablar el mal, no oír el mal". Otros sitios importantes incluyen el templo Rinnoji y el santuario Futarasan, cada uno con su propio significado histórico y espiritual único.